El
sistema político mexicano se caracteriza por contener la capacidad del poder
ejecutivo preponderante entre los otros dos poderes (legislativo y judicial) incluyendo
los niveles de gobierno; ya que ejercía un poder que excedía sus facultades
institucionales legales, cancelando al mismo tiempo las facultades
institucionales legales creados para compartir y balancear el poder en el
periodo de 1946 a 1997 conocido como híper-presidencialismo.
Se
menciona que a partir de la promulgación de la constitución de 1917, la cual
incluye las garantías individuales como piedra funcional del estado y por otro
lado se resuelve instituir la seguridad pública como un poder del estado, esto
significa que en realidad las garantías individuales quedaron implícitamente
por debajo de la defensa de la seguridad pública, en otras palabras; la
libertad de defensa de la estabilidad del régimen.
Este
análisis argumenta que el incremento del costo de la participación permite
explicar porque están difíciles movilizar a la gente y solo deciden integrarse
a la movilización cuando estas ya son de gran magnitud, puede ser también porque
la problemática los aqueja de igual manera. Lo que explica que a lo largo de
casi 40 años se registraran únicamente alrededor de 120 movilizaciones, con un
promedio de 3,3 al año.
Por
otra parte se analizan el tipo de movilizaciones que la sociedad civil ejecuta
para luchar por la satisfacción de sus demandas; caracterizados por un
comportamiento denominado radical. En este periodo México se destaco en muchas
ocasiones al agotar las vías legales para la demanda de sus necesidades por lo
cual adquieren métodos no convencionales de la acción directa para lograr sus
objetivos.
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