El nacimiento de un sistema
de poder centralizado que se tradujo en la sustitución de los jefes locales a
la figura de un rey y en toda una casta administrativa y militar conformada,
entre otros, por soldados, recaudadores de impuestos y gobernadores.
Significó también profundas
transformaciones en las prácticas y creencias religiosas: los dioses familiares
y locales son sustituidos por dioses uránicos o dioses telúricos personificados
por el sol, la luna etcétera.
El principio de autoridad
poseído por los ancianos en la aldea se sustituye en la ciudad por la capacidad
profesional y la audacia juvenil. Es decir un proceso rudimentario de
sustitución de relaciones primarias por secundarias.
Fuente:
Lezama, José Luis (1993), Teoría social, espacio y ciudad, México, Ed. El Colegio de México, pp. 48.
Lezama, José Luis (1993), Teoría social, espacio y ciudad, México, Ed. El Colegio de México, pp. 48.
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