Este periodo se caracteriza por la asociación de pequeños grupos los cuales se autogobernaban, no tienen división de clase ni de trabajo, bajo o nulo desarrollo tecnológico, desconocimiento de la escritura, de la cerámica y la ausencia de símbolos.
Este tipo de sociedades es clasificado por los antropólogos como “sociedad primitiva”.
Este tipo de sociedades es clasificado por los antropólogos como “sociedad primitiva”.
La ruptura se expresa en un aumento de población y en la multiplicación de los excedentes por la mayor capacidad productiva contenida en la inclusión de las mujeres y los niños en el trabajo. Ademas surge la división del trabajo que aun cuando está basada en la división sexual, asigna una función económica a los miembros de la familia.
Fuente:
Lezama, José Luis (1993), Teoría social, espacio y ciudad, México, Ed. El Colegio de México, Pag: 38 - 40.
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