No coloque en su auto calcomanías que permitan identificar
dónde vive Ud., dónde trabaja, qué lugares frecuenta, a qué universidad
concurre. Esto se puede usar contra Ud.
Mantenga los vidros siempre cerrados, o muy poco abiertos
para permitir solamente la entrada de aire. Las puertas deben estar siempre
trabadas.
Si observa por el espejo retrovisor que las personas del
auto de atrás tienen aspecto sospechoso, no se detenga. Diríjase a un lugar
concurrido, preferiblemente donde haya policías o personal de seguridad. Si la
intención era asaltarlo, esas personas no lo seguirán.
Si esto ocurre de noche o en lugares
desiertos “nunca” se detenga, aunque no desconfíe de los ocupantes de
otro auto.
Si se poncha una llanta de noche, o en lugares poco
concurridos, no pare. Conduzca hasta un puesto o un lugar concurrido.
Es preferible sufrir perjuicios en el vehículo antes que
correr el riesgo de ser asaltado.
Los abordajes a un vehículo sólo son posibles si el vehículo
está detenido. Un delincuente nunca trata de abordar un auto en movimiento. Por
eso evite en todo lo posible detenerse. Estando parado Ud. se vuelve un blanco
muy fácil.
Por más inhumano que parezca, no se detenga para ayudar a
alguien de noche o en lugares poco concurridos.
Llame por teléfono a la policía (066) y dé los datos sobre
el lugar donde está la persona que necesita ayuda. No deje de ayudar, pero no
se detenga.
Los delincuentes utilizan mujeres y chicos para tender
emboscadas.
Al entrar al vehículo póngalo en marcha, trabe la puerta y
parta inmediatamente. Recién después póngase el cinturón de seguridad, encienda
la radio, acomode objetos, etc.
Cuanto más tiempo permanezca detenido, mayor será el riesgo
de un abordaje.
El delincuente no quiere tener sorpresas desagradables. Por
lo general elige los blancos más fáciles. Por eso, los vidrios polarizados
pueden inhibir la acción de los asaltantes.
Si Ud. piensa que lo está siguiendo otro vehículo no altere
su forma de manejar.
Diríjase a un puesto policial o un lugar concurrido donde
haya personal de seguridad o policías.
Nunca detenga el vehículo ni trate de protegerse en
estaciones de servicio, porque éstas son poco concurridas y los delincuentes
las conocen bien.
Al llegar a su casa, antes de detener el auto observe la
calle, lugares donde se puedan esconder personas, árboles cercanos, etc. Si
nota la presencia de alguien sospechoso no se detenga.
Evite las rutinas. Procure diversificar sus caminos y si es
posible sus horarios de salida y de llegada.
No descuide el mantenimiento de su vehículo. Mantenga en
condiciones los neumáticos, los faros, el sistema eléctrico, las trabas, el
motor, la batería, etc. Esto evitará fallas que le obliguen a detener el
vehículo. Estas fallas pueden ocurrir de noche y en lugares desiertos.
Si ocurre esto y no puede evitar detenerse, trate de
resolver el problema lo más rápido posible y salir del lugar peligroso. Tenga
siempre a mano los teléfonos de remolques. El celular es una herramienta
sumamente útil. Tenga uno y asegúrese de que funcione sin dificultades.
Parado en el Semáforo
Evite las compras en los semáforos. Aunque el vendedor no
sea un ladrón, Ud. se distrae, abre el vidrio y se expone.
Los ladrones usan chicos para preparar el asalto. El chico
se acerca para pedir dinero o vender algo, y observa el interior del vehículo
buscando portafolios, computadoras, carteras, celulares u otros objetos de
valor. Si el auto es interesante el chico pega un chicle en el lateral o en el
paragolpes trasero. En el siguiente semáforo el delincuente observa los
autos marcados y sabe que allí hay una oportunidad de robo.
Coloque portafolios y computadoras en la cajuela.
La cartera debajo del asiento o en la guantera.
Coloque el celular a mano.
Si debe detenerse mantenga siempre la primera marcha puesta.
Si sospecha de algo procure quedar pegado al lado del auto a
su izquierda, con lo que no deja espacio para el abordaje.
Esté atento a todo lo que ocurre a su alrededor. no se
distraiga.
La sorpresa es la principal arma del delincuente.
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